Para muchos la parte más difícil de una campaña sea en Google Ads, Facebook Ads o donde sea, es segmentarla.

Les cuesta tanto que se pasan días pensando en la segmentación perfecta, pero hoy les diré algo que les cambiará la vida… el verdadero nombre de Pitbull es Armando Christian Pérez.

Ahora si va en serio, lo que tengo que decirles es que crear una segmentación perfecta a la primera ¡es imposible!

La segmentación perfecta se consigue probando, y hoy te daré algunos consejos para que hagas esas pruebas sin desperdiciar tu dinero.

1.- Los intereses son como el Real Madrid

Un error clásico al segmentar es seleccionar 10 intereses distintos al mismo tiempo. Porque no importa si a tu campaña le fue bien o mal no tienes ni idea de en cuál de todos está la clave.

Tal vez solo 8 son los buenos y tienes buenos resultados, pero podrías estar vendiendo mucho más quitando a los que estorban.

O chance 2 eran muy buenos, pero como los otros 8 los opacaron con sus malos resultados crees que todos eran un fracaso (como tu maestra gritando que eran el peor grupo del mundo aunque tú si hacías las tareas). 

Los intereses son como un equipo de futbol, el entrenador va haciendo variantes cada semana, intenta quedarse con los jugadores mejor le funcionan y cada semana mete un jugador nuevo 15 minutitos a ver si merece ser titular.

Prueba tus intereses por separado y con poquito dinero, ya que probaste que funcionan bien puedes irlos añadiendo a una campaña principal que contiene a todos los intereses ganadores (y mucho más presupuesto 💰).

Con esta técnica aplicas el  #OptimizarOMorir en todo su esplendor, tomas decisiones basadas en datos, y vas mejorando con cada prueba.

Si no tienes ni idea de que intereses probar entonces te urge leer este blog. 

2.- Excluir no te hace vender menos

Parece muy obvio, pero no saben cuantas campañas me encuentro que no excluyen perfiles que nunca les compran solo por la esperanza de rescatar alguna venta (como tu amigo que sigue reaccionando a las stories de su ex ¡ya supérala Victor Manuel!).

Si sabes que las personas menores de 23 te compran una vez cada milenio exclúyelas ¡no tengas miedo! No significa que venderás menos, significa que enfocas tus recursos a donde realmente te darán resultados.

Y hablando de excluir tampoco te olvides de quitar a la gente que ya estás atacando en otra campaña porque tú crees que tienes 5 segmentaciones distintas y la neta es que todas persiguen a las mismas personas. 

3.- Si metes basura sacas basura 

Casi todas las plataformas de anuncios ya tienen los famosos “públicos similares” en los que das un público que generaste con visitantes de tu sitio web o una lista de mails y la plataforma (con inteligencia artificial 🤖) te devuelve un público bastante grande con personas que tienen características similares a las del público original.

Estos públicos son una chulada, pero el problema es abusar de ellos y con tal de generar más públicos le das pura basura en el público original.

Si le pasas la lista de tus clientes más frecuentes seguramente obtendrás un público similar exitoso, si le pasas una lista de mails de gente que nunca te compró probablemente conseguirás más personas que tampoco te van a comprar.

4.- El remarketing no lava cerebros

Muchas personas que compran mis cursos me han dicho el clásico “es que tus anuncios le aparecen a todo el mundo”. Y entiendo que al encontrarlos todos los días, en diversas redes, piensen que para todo el mundo es igual.

Pero les aseguro que hay millones de personas que jamás se han encontrado con un anuncio mío, o si lo hicieron ni lo recuerdan. Pero las personas que mostraron interés en un curso en específico a ellos si les salgo hasta en la sopa 🍜.

Un buen remarketing es la segmentación que más retorno te dará si lo haces para quienes han mostrado interés real en lo que vendes, no gastes tu dinero persiguiendo a alguien que solo le dio un like a tu post, o que entró 2 segundos a tu sitio web. 

El remarketing es efectivo porque te deja mostrarles anuncios muy específicos a audiencias muy específicas, no lava cerebros a base de repetirles algo. Amazon no te convence de comprar artículos de cocina si sabe que visitas las refacciones para coche a diario y que tu mayor talento culinario es echarle leche a tu cereal (si echas la leche antes que el cereal mejor ni hablamos).

5.- Cuidado con lo que deseas

¿Recuerdas la película de Al diablo con el diablo? En ella el protagonista pedía deseos, pero si no los describía con cuidado el Diablo se los cumplía al pie de la letra y terminaba metido en problemas. Lo mismo pasa con tus campañas cuando eliges la opción de “Optimizar resultados para...”

Las plataformas son robots y como buenos robots ellos te dan lo que pides. Si optimizas tus campañas para conseguir clics, visitas, comentarios etc. obtendrás lo que pediste, no esperes obtener ventas (para ellos no es obvio que quieres dinero).

Así que pide bien tu deseo y especifícales que estás buscando ventas, formularios de contacto o la conversión que te convenga. La mismita segmentación te puede dar resultados muy distintos si le pides que optimice por clics a si le pides que optimice por conversiones.