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Normalmente, los emprendedores que quieren poner un e-commerce son expertos en los productos o servicios que venden en el mismo. El que quiere una zapatería en línea probablemente sabe un montón de zapatos. El que quiere vender recetarios de comida saludable, seguro sabe mucho de cocina.
Pero saber de cocina o de zapatos no te hace ser un experto en tecnología, marketing digital o sitios web… y es por eso que normalmente estos emprendedores toman malas decisiones a la hora de crear sus tiendas en línea.
Es que claro, como dice el dicho que tu tía la amargada siempre dice… zapatero a tus zapatos.
Así que mientras tú sigues siendo experto en lo tuyo, déjame a mí ser experto en lo mío y sugerirte no cometer estos errores (o arreglarlos lo antes posible si es que ya la regaste).
Probablemente, la primera plataforma que te viene a la cabeza cuando te hablo de comercio electrónico es WordPress.
Claro, tu amigo la usa, tu vecino la usa y hasta tu exnovia la tóxica la usa.
Si, WordPress es muy, pero muy famosa, es tan famosa que…
El 20% de internet está construido en WordPress.
Tal vez por eso te llueven recomendaciones por todos lados de usarla… sin embargo, te voy a decir por qué es pésima idea.
WordPress es un sitio que fue creado hace años con la intención de ser una plataforma de blogging… y lo logró con éxito.
Al ser un sistema Open Source (o “abierto” para los que no le dan ni tantito al english) la gente empezó a desarrollar plug-ins para la herramienta y poco a poco la fueron haciendo capaz de hacer muchas otras cosas además de blogging.
Que si sitios web completos, que si catálogos, que si sitios de venta de servicios, que si chat y finalmente que si plataforma completa de comercio electrónico.
Así, WordPress finalmente incluyó esta función entre sus millones y millones de funciones… pero de nuevo recordando a tu tía amargada “el que mucho abarca poco aprieta”. Eso es exactamente lo que pasa con WP (así le decimos sus cuates), es una plataforma en la que se puede hacer de todo y eso hace que no esté especializada en e-commerce y que sus características no siempre sean las adecuadas 😥.
Sí, puede que tú como emprendedor veas tooooooooodas las funciones que tiene WordPress y se te caiga la baba de todo lo que podrías hacer con esta plataforma, pero créeme que al final tendrás una tienda en línea complicada, con mala interfaz de usuario y terrible experiencia para tus clientes.
No falta el emprendedor que todo lo quiere desarrollar in-house. El mismo hace su branding, su contenido, sus productos, sus envíos, su empaque, los muebles de su oficina, planta su propia comida y químicamente crea su propio oxígeno para respirar.
Este tipo de mentalidad no es mala, es pésima para el emprendimiento y específicamente para tu tienda en línea.
Una vez más con el ejemplo de zapatero a sus zapatos, si tú quieres vender zapatos en línea vuélvete el amo de los zapatos, estúdialos, pruébalos, crea diseños increíbles y cómodos y enfócate en que tu producto sea una maravilla. Pero no puedes pensar que tú vas a hacer mejores envíos que DHL o una mejor tienda en línea que Shopify.
Al final, la mayoría de los emprendedores que contratan desarrolladores para crear sus propias tiendas en línea en lugar de simplemente pagar mensualmente para contratar Shopify, terminan teniendo miles de problemas con sus tiendas en línea y eso les quita foco de hacer un mejor producto.
Que tu página se vea bien, que esté fácil de usar, que el dominio, el servidor, actualizarla, darle mantenimiento, que ya se cayó, que ya se levantó… todo eso es comprarte problemas que no te pertenecen, tú eres zapatero 👠.
Así como tú no construirías el local en el centro comercial en el que venderías tus zapatos y probablemente contratarías a un arquitecto, lo mismo tienes que hacer con tu sitio. Recuerda que no eres una empresa de tecnología, eres una empresa de zapatos y los recursos tienen que estar destinados a cada vez hacer mejores modelos, que de tu sitio se preocupe otro.
Como probablemente ya te diste cuenta, la solución que yo recomiendo para hacer una tienda en línea es Shopify, nada de WordPress y nada de desarrollos propios, así que recuerda, como diría tu tía “Dime en donde hiciste tu tienda en línea y te diré que clase de emprendedor eres”.
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